El local y el servicio no los describiré ya que lo hice en el anterior artículo. En esta ocasión nos pusieron en lo que llaman el "semi reservado" que es en realidad un pequeño comedor al fondo del local que se puede privatizar. Me gustó menos este espacio que el comedor principal (de hecho, he bajado la puntuación del local por ello), ya que resultó más ruidoso sobre todo porque al lado teníamos un grupo de 8 personas haciendo una cata de vinos y según avanzaba la misma y el alcohol les hacía efecto iban subiendo el tono de la conversación (y el tono de las groserías que soltaban, incluso delante de la camarera, y eso que eran todos talluditos...).
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