El local (que conozco de sobra ya que lo ocupó en su día "La Casa de la Cerveza", que era propiedad de mi padre y otro socio) es alargado con la citada barra de pinchos en la parte de abajo como antesala de la cocina y los baños y el restaurante ocupa toda la planta superior. Afortunadamente han solucionado los grandes problemas de calor que tenían cuando abrieron, que echaban para atrás a la hora de elegir este sitio en épocas de calor. De hecho nos pusieron justo a la altura de uno de los aparatos de airte acondicionado y hubo que desviar una de las salidas del mismo porque le daban a una de las comensales y tenía frío.
El servicio fue bueno. El propio Nacho te toma la comanda y el resto del servicio fue correcto.
Para comer, como estábamos "de cháchara" no nos habíamos centrado en la carta y cuando vino Nacho a preguntar si ya sabíamos lo que queríamos le dijimos que no, a lo que contestó: ¿Queréis que os de yo de comer? Cosa que aceptamos. Después de preguntar sobre alergias, intoleracias, etc. (cosa obligada en esta ocasión, ya que una de las comensales, Nuria, es celiaca) nos ofreció un menú que nos gustó. Nos dijo que podíamos decirle que parase en cualquier momento ya que marchan un plato tras servir el anterior, pero no hubo necesidad. Es más, la mayoría tomamos postre... El menú que nos confeccionó fue el siguiente:
- Tortas de queso pasiego Divirín emulsionado con aceite de arbequina con chutney de tomate (2 raciones, a compartir)
- Pastel de chicharro con cebolla roja y foie de pato con manzana caramelizada (medio para cada uno, aunque sólo nos cobró 3)
- Pulpo asado con mousse de patatas aceite de oliva y pimentón (2 raciones, a compartir)
- Costilla de cerdo ibérico adobada con miel de soja, canela y romero, envasada al vacio, cocinada a 59 grados durante 14 horas con chutney de piña (2 raciones, divididas ya en los platos)
Para beber también nos dejamos llevar por Nacho que nos puso un vino de D.O. Bierzo, Pájaro Rojo 2013, de uva mencía (vinos que cada día megustan más), que estaba muy bueno y del que nos bebimos dos botellas. Cuando llegó la carne necesitábamos vino y le pedimos que cambiase a otro un poco más potente y nos puso una botella de Hécula 2010, D.O. Jumilla. Yo ya conocía ambos vinos (aunque del Hécula sólo había probado añadas más antiguas) y me parecieron bien. Además, ambos tenían un precio de 16€, más que correcto y que demuestra que Nacho no te quiere "clavar" cuando decide él los vinos.
Postre sólo tomamos cinco de nosotros y fueron dos Tartas de Queso asado, dos Gin Tonic en ¿deconstrucción? (creo que era así) y un Arroz con Leche. Ya no recuerdo quien pidió qué, sólo que yo fui uno de los "Gin Tonics" y estaba muy bueno.
Para terminar, cinco cafés.
Todo lo anterior más dos botellas de agua por un total de 236,07€. Un buen precio para una buena y abundante cena.
En resumen, un buen sitio para ir a comer, tanto los pinchos y raciones de la barra de abajo (a la que raramente falto en mis visitas a Santander) como al comedor.
Para terminar, puntuaré (0 mínimo - 10 máximo):
Local: 7
Comida: 8.5
Servicio: 7.5
Precio: 20-40 €/pers.
Ficha:
Asubio
Dirección: Daoiz y Velarde, 23
Localidad: Santander
Teléfono: 942035238
Días de cierre: Domingos
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