El servicio de sala fue bastante bueno. Camareros muy amables que nos asesoraron en cuanto al vino (sólo tienen vinos canarios que no son muy frecuentes por aquí) y nos explicaron todos los platos a la perfección. El ritmo de servicio empezó bien, pero luego tuvimos un par de parones más largos de lo debido. Además hubo otro punto negativo del servicio también achacable a la cocina, que comentaré más adelante.
- Aperitivo: Aceitunas gordal con cilantro
- Salados:
- Pan artesano de Millo hecho con humo de brasa de sarmiento y mantequilla de cabra canaria
- Chicharro con vermiccelli de salsa de calamar marinado con mojo verde de perejil y Guiso de Cherne (pescado canario también conocido como "Mero de roca")
- Salsa de guiso de potas con pulpitos a la bras y oreja frita
- Dúo de snacks: Arepa de carne mechada de vaca rubia gallega y queso amarillo y Trucha canaria (empanadilla) rellena de guiso de paloma torcaz y su caldo inyectado
- Atún en mojo hervido, gnocchi y chanquetes
- Cabrito en adobo canario, holandesa de mantequilla de cabra y trompetas de la muerte y gelatina de guindilla
- Dulces:
- Príncipe Alberto: Bizcocho de café, chocolate negro y chocolate blanco, avellana y flores
- Trucha tradicional: Empanadilla hojaldrada rellena de batata dulce, galleta sablé, dulce de leche y un poco del relleno de batata por debajo (postre típico navideño)
Para beber pedimos (asesorados por el camarero, eso sí, tras elegir yo un vino casi al azar que siguiendo mi tardicinal puntería, no tenían) un botella de Los Grillos 2014 de la bodega Llanos Negros, D.O. La Palma. De una Negramoll, resultó un vino ligero (13º) que nos gustó mucho y acompañó bien todo el menú. El precio, 23,70€.
Para finalizar, dos cafés, que acompañaron con unas galletas de mantequilla con crema de gofio muy ricas.
Todo esto, más dos botellas de agua por 129,10€, un precio razonable para una cena que nos gustó mucho en lo puramente culinario. Tras pedir la cuenta vino una de las anécdotas de la noche, una vez más debido a la camiseta que llevaba yo esa noche, en concreot la de la última gira de King Crimsom. Uno de los amables camareros me preguntó si eso era algún proyecto de King diamond, a lo que yo le contesté que no, que era un grupo de rock progresivo. Cuando él me dijo que le gustaba mucho el progresivo y mencionó entre otros a Rush, mi grupo favorito, y que además él toca la batería (como el chef, safe Cruz, que sale en la web del restaurante tocando) le recomendé que buscara vídeos de dicha gira, ya que es la única que conozco con tres baterías en el escenario, siendo además uno de ellos (el que lleva más el peso de las baterías) Gavin Harrison, batería de Porcupine Tree, banda que dijo le gustaba mucho.
En resumen, un sitio que merece la pena, aunque deben mejorar tanto la acústica del local como el servicio. Supongo que volveremos en algún momento, aunque no creo que sea muy pronto, dada mi aversión por los sitios ruidosos y la cercanía de uno de mis restaurantes favoritos, Triciclo, que es siempre mi primera opción si quiero comer por la zona. En cualquier caso, la comida me gustó mucho, pero mucho, así que en algún momento le daré una nueva oportunidad, quizás en algún turno más tranquilo que un viernes noche.
Para terminar, puntuaré (0 mínimo - 10 máximo):
Local: 7
Comida: 9.5
Servicio: 4.5
Precio: 40€-70€/pers.
Ficha:
Gofio by Cícero Canary
Dirección: Lope de Vega, 9
Localidad: Madrid
Distrito: Centro
Metro: Antón Martín
Teléfono: 915994404
Días de cierre: Lunes y Martes
Página Web: http://gofiomadrid.com/
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